La relación entre la disponibilidad de energía para el funcionamiento de la actividad humana, a partir de la primera revolución industrial donde se dispuso de la caldera de vapor, y la desaparición de la esclavitud en el mundo occidental fue el eje de la primera de las charlas del Aula Cultural de los Ingenieros Industriales, que ha vuelto a su programación tras el descanso estival. Bajo el título “La Energía y los Derechos Humanos”, se impartió el pasado 11 de septiembre, en el salón de Actos del Colegio y la Asociación y reunió a un nutrido grupo de personas.
El responsable de impartirla fue el compañero y colegiado, Pedro Verón Guembre, que protagonizó una interesante conferencia en la que expuso la temática de manera clara y con los datos relevantes. Según el ponente, y partiendo del conocimiento de las culturas antiguas donde la esclavitud era considerada como natural a la Declaración de los Derechos del Hombre de la Revolución Francesa, expuso su relación con el avance de las energías, y su vinculación de su desaparición, a mediados del siglo XIX.
Un hito de especial relevancia en la Revolución Industrial fue la caldera de vapor, que en principio dio lugar a demasiados accidentes, los cuales se fueron corrigiendo por medio de normas obligatorias hasta llegar a ser una máquina segura.