El pasado 22 de enero, el compañero José Ramón Suárez nos volvió a sorprender con una agradable e interesante charla sobre el ferrocarril, en este caso con el asunto tan emblemático de la presencia del humo en los trenes movidos por locomotoras de vapor. La cita, que tuvo lugar en la sede de los Ingenieros Industriales de Cantabria, reunió a un nutrido grupo de asistentes.
Estas locomotoras generaban humo proveniente de la caja de fuego de la caldera, que producía el vapor que movía la locomotora, y que salía por su chimenea mezclado con un 75 % de vapor, con un rendimiento total sobre el poder calorífico de la hulla, que, se utilizaba de combustible, del 7%.
Este humo tenía el defecto de generar dificultades de visibilidad a los maquinistas para conducir el ferrocarril y de molestias a los pasajeros, por lo que se emplearon diversos medios de fumívoros activos y pasivos para disminuir su producción y desviarlo. No obstante, el humo siempre tiene el efecto simbólico que representa al ferrocarril, que tanto contribuyó al desarrollo de las naciones y que ha sido recogido por los literatos y los pintores cuando se trataba este tema.
José Ramón Suárez es colegiado cántabro y miembro de la Asociación Cántabra de Amigos del Ferrocarril, A.C.A.F, entidad que colabora habitualmente con el Aula Cultural. Especializado en transporte ferroviario, se considera un apasionado “vocacional”, y por ese motivo desde hace tres décadas colabora en su divulgación en diversos foros.